ELIECER SAMPAYO VIÑAS
Al reincorporarnos a las tareas cotidianas, hoy, con algo de retraso, por aquello del descanso dominical, nos sorprendió la noticia triste y lamentable, repartida por el Presidente del Colegio Nacional de Periodistas, Capítulo de Magangué, del fallecimiento de Eliécer Sampayo Viñas. Magangueleño neto, de toda su vida, en su tierra natal, a excepción de unos cuantos años, cuando estuvo en el Ejército Nacional, haciendo carrera militar, la cual frustró, como consecuencia del amor.
Reestablecido civilmente, como ciudadano y hombre comunitario, en el puerto carvajalino, formó hogar con Elisa Quiñonez, de cuya unión, nacieron Diana y Melina Sampayo Quiñonez. Quienes, a su vez, dieron alegrías a sus padres, con las vivencias de nietos, que les ofrecieron.
En su adolescencia, Eliécer, tuvo vinculación con la comunicación social; fue llevado a Ondas del Río, por su vecino, amigo y compadre de andanzas juveniles, Gilberto Estor Lara, quien para la época del 65, era naciente voz estrella, de la radio colombiana. Allí, Eliécer, se desempeñó magistralmente, como Radio Operador, persona encargada de la consola o equipo madre, para la transmisión radial. Control, se les decía, en el ámbito radiodifusor. Fue compañero de Fabio Salazar Daza, maestro del momento, en esas tareas.
Después, el destino hizo que él y Fabio, tuviesen vínculo de afinidad, a través de la hermana del primero, Delcy Sampayo Viñas. (q. e. p. d.). Entre Eliécer, Gilberto y nosotros, hubo tiempo para una tremenda coincidencia, que generó una gran amistad: Trabajo en Ondas del Río y residencia cercana, a menos de cincuenta (50) metros de distancia, uno de los otros, en el barrio San Martín. Año 68, por lo menos.
Por avatares de la vida, le tocó enfrentar, de unos años, para acá, consecuencias de una penosa enfermedad, que alteró su desenvolvimiento motriz y fluidez lingual. Sin embargo, se sobreponía y mejoraba diariamente, con coraje mental de superación, para satisfacción de su círculo íntimo y los de amistades y familiares. Disminuido física, pero no anímicamente, se entregó más, a la compañía material de sus instrumentos de trabajo:
Pintura, pincel, espátula, paleta, tela y marcos de madera, para materializar su inspiración artística y enriquecer su producción de aprehensión visual. En una última conversación, nos reportó estar preparando una exhibición en Bogota, D.C., antes de final de este año. Se frustró esa aspiración.
Antonio Cueto Aguas, Arturo Estor Lara, José Ignacio Tapia Nieto y Carlos Barros, entre otros, son talentos fugados de Magangué, exiliados en la capital del Atlántico, compañeros y amigos de Eliécer, de aquellas épocas juveniles, muy unidos entre sí y amantes y cuidadores, del florido mundo animal del momento. Todos ellos, por nuestro medio, hacen llegar sentidas condolencias, a esposa, Elisa; hijas, Diana y Melina y a sus hermanos, Hernán, Hugo, Rocío, Estela, Gladys y Hebert Sampayo Viñas.
INFORMATIVO SUR COSTEÑO.COM, hace, con pesar y obligatoriedad, este registro noticioso fúnebre, por la terminación intespemtiva, del paseo terrenal, del gran artista, Eliécer Sampayo Viñas. Paz en su tumba. Y templanza y resignación, para todos sus deudos, nuestros sinceros deseos:
Joaquín Miguel Romero Calle
Vicente Bustamante Hernández.
Director. Fundador – Consultor.