EN PANDEMIA, SALVAR A RETAZOS EL EMPLEO ES MATAR AL POR MAYOR A LA GENTE.
Los resultados oficiales de este sábado 16, en el escenario de la Covid 19, muestran, que los contagios suben y que las muertes, también. Y el Presidente Duque, sigue pregonando, su doctrina de reapertura de la Economía, con bioseguridad, para salvar empleo y vidas.
Es propósito del Presidente Duque, terminar a retazos, la cuarentena; y del mismo modo, a retazos, recobrar la normalidad del mercado. Inició con construcción de vivienda y manufacturas. Estos, no rearrancan plenamente, pues, los empresarios aún no terminan de adecuarse a los requisitos de protección, llamados de bioseguridad. Infaltables, para poder medio tener, como exentos del contagio, a los miles de trabajadores de estas líneas.
Mientras, las cifras de enfermos y de fallecidos, continúan creciendo desbordadamente, como ha acontecido, principalmente, con las ciudades y departamentos, de Leticia y el Amazonas y Cartagena y Bolívar y Barranquilla y Atlántico, acontecimientos que se desarrollan, en apartes poblacionales específicos, determinados por su ocupación o condición social, tal el de los profesionales de la salud; el carcelario; el de fuerza pública y de gente del común, que ha incurrido en indisciplina, desobedeciendo, la orden de encierro.
Como el Gobierno posee, teóricamente, la conclusión definitiva y verdadera, de que los famosos protocolos de bioseguridad, a implantarse en los sitios de trabajo, evitando aglomeración y ejecutando todas las acciones de prevención, eludirán la propagación del contagio y por contera, muertes; nosotros, basados en la realidad material, esa que se ve y se palpa como sensación y percepción externas, concluimos, entonces, de otra manera:
En que los profesionales de la salud, los reclusos y los miembros de la fuerza pública, todos ellos, ni individual, ni conjuntamente, cuentan con los tales protocolos de bioseguridad. O que no sirven. Es simple, basta la comparación de uno y otro hecho. La tesis gubernamental, vista desde el ángulo abierto de la calle.
Se aprehende, con inmediatez absoluta, la contradicción dialéctica, que deja por mentirosa, a la exposición del Gobierno. Pura e insulsa verborrea. Los profesionales de la salud, se quejan de la ninguna protección. Y para ésta, el Gobierno anunció millonadas de pesos. Nosotros aquí, en profesionales de la salud, incluímos, a todo aquel que presta servicios en los centros asistenciales; no sólo a quienes poseen título académico, como parte de talento humano en salud, si no, también a aquellos, inclusive, encargados del aseo y vigilancia, pues, para ellos, igualmente, existe el riesgo de contraer la enfermedad, con el criterio de enfermedad profesional, por la cercanía laboral que tienen, con el gérmen de la misma.
Están desprotegidos los profesionales de la salud, por eso, se contagian. Por el contrario, sí lo están; entonces, no son efectivos los medios de protección. ¿Con cuál de las dos reflexiones, se queda usted?
La explosión de pacientes Covid 19, que ya van, por más de quince mil (15.000), sobrepasa el cálculo muy conservador de un Ministro de Salud, no precisamos, si fue el encargado saliente, o este que llegó, quien afirmó, que no pasaríamos de doce mil (12.000) contagios. Desbordamiento, que deja en evidencia, que el intento de flexibilizar la cuarentena, no es un buen invento. Como tampoco, cierto el pronóstico.
Esa ocurrencia, resulta infantil, por no decir, de pronto, que de mala fé. No es más, que una copia fiel e infortunada, de los poderosos países de Estados Unidos, Brasil y de Méjico y muestra indefectible, de no querer aprender de los buenos ejemplos, caso Ecuador, Perú y Chile. Las tragedias de todos los mencionados, lamentablemente, deben dejar una buena enseñanza para los demás:
El aislamiento preventivo, resulta eficaz. Despreciar esa buena enseñanza, nos resultaría costosísimo, humanamente. Presidentes hay, que quieren mantener activa, a la Economía, sin importar, ese costo humano. Para los capitalistas, humano que no produce ni consume, no cuenta en Economía.
Pero, se olvidan, de que todo humano, así no produzca, consume. De allí, que todo humano vivo, sea, íntegramente útil a la Economía. Por lo tanto, es errático, pretender una Economía activa, que se dinamice, por muertes de trabajadores productores, porque entonces, no habría, trabajadores compradores.
Las autoridades territoriales, están viendo desdobladas las contenciones restrictivas de circulación. Dos factores influyen en la inobservancia de las imposiciones del encierro preventivo: La necesidad de comida en la mesa y la indisciplina de muchos desadaptados, que se creen graciosos, poniéndole el cuerpo, irresponsablemente, a las contingencias del contagio, fuera de casa.
Para la primera causa, miremos al Estado, no ha sabido proporcionar a la gente, las ayudas necesarias para subsistencia. Para la segunda, la ignorancia natural o de pronto, asumida, con la justificación de que así, como pueden salir los trabajadores de la construcción, ¿por qué nó, los demás? Razón tendrán.
Joaquín Miguel Romero Calle.