MAGANGUÉ. FONDO DE ADAPTACIÓN y 70 MIL MILLONE$$$ EN VAINAS.
Nosotros, muy particularmente, tenemos reservas críticas, en ejercicio de observación periodística, con respecto al comportamiento del Fondo de Adaptación, en soluciones de necesidades sociales, que no solo afectan, las necesidades, sino que, causan daños, concretamente, en el espacio acuático de este ente territorial, expuesto a las contingencias derivadas de la alterabilidad natural de las aguas, que circundan al Municipio de Magangué,
La alterabilidad natural de las aguas, de las importantes corrientes acuáticas, que penetran al interior terráqueo del municipio, requieren, permanentemente, de soluciones permanentemente rectificaciones hídricas; soluciones eficaces y propicias, para el desarrollo de este puerto carvajalino; que acaben con las aflicciones comunitarias, surgidas, como consecuencia de la creciente, de los caudales de nuestras importantes vías fluviales.
El Fondo, se ha encargado, de que así, como Magangué, es Capital de los Ríos, sucedáneamente, lo sea, Capital de los Jarillones, con los cuales, a más de intentar defender suelos de la inundación de las aguas, busca, que las que queden encerradas, se sequen. Al evaporarse el espejo de agua aislado, queda el llano o playón, que invita de inmediato, al acceso indebido de los sin techo, quienes tienen en la invasión, cuota inicial al largo y penoso tránsito hacia una vivienda propia, siquiera en modo tugurial.
Los jarillones, las viviendas de San Rafael de Cortina, construidas sobre pilotes, estilo palafito, sin orden riguroso de cercanía a la orilla de la ciénaga; la urbanización Villa Juliana, levantada en terreno suburbano, en Magangué, lejos de los lugares ancestrales de los beneficiarios; el puente Yatí – Bodega, sin la adopción de medidas paliadoras de los choques adversos, sobre la economía del sector y ahora, 70 mil millone$$$$, en vainas.
Sí, setenta mil millones ($70.000.000.000) de pesos, que navegan peligrosamente, en aguas, probablemente fraudulentas, de la corrupción, según advertencia, que hace nuestro colega de tierra LA CUARTA VÍA. La noticia, de últimos días, firmada por Joseph Rohenes, da cuenta del peligro en que se encuentra este dineral, puesto que el contrato que se financia con ese billete, no arranca, de parte del contratista.
Dicho contrato, es para realizar estudios y diseños de obras de defensa, en las cabeceras urbanas de los Municipios de San Marcos, en el Departamento de Sucre y de Magangué, en el de Bolívar. Conglomerados éstos, ubicados en las márgenes de los Ríos San Jorge y Grande de la Magdalena, respectivamente.
La información, destaca, que el Representante a la Cámara Yamilito Arana, ha dejado oír su preocupada voz, por la demora en el inicio del contrato de marras. Anotamos nosotros, que el mencionado, no es el único vocero magangueleño, con credencial de legislador y de controlador político, que debe salir a defender los dineros públicos, comprometidos en el acuerdo de voluntades citado.
¿Karen Cure y los Senadores bolivarenses, en dónde están? ¿Y los de Sucre? No importa el sitio en donde se encuentren, en actos de campañas, para hacer sentir sus pesos representativos, para evitar un nuevo descalabro, al Tesoro Nacional. Y otra inconformidad a las sufridas poblaciones de estas áreas.
Claro, no es de extrañar, que tales personajes, ahora estén callados; éstas, son conductas normales y sobresalientes, de estos líderes de opinión pública. No es raro, pues, que sobre ese tema, San Marcos y Magangué, estén huérfanos de defensores. Los Gobernadores, obvio, deben estar enfrascados, en las candidaturas a Senado, de sus respectivas hermanas. Ambos, debajo de cuerda, deben estar alimentando clientelas, con dichos propósitos. No es para dudarlo.
En este enlace, la noticia completa, en lo atinente al comentario expuesto:
Joaquín Romero Calle.