Ministro del Trabajo, con estridente e infundado eco matemático, trata de convencer, de que efectivamente, Duque, asevera verdad, cuando informa que el salario mínimo para el año 21, ha saltado la barrera del millón de pesos. Eso no es cierto. Es una falacia, un engaño sofístico, para los ignorantes colombianos. Como, creen, somos la mayoría de los nacidos en esta tierra. Rectificaremos al señor Ministro del Trabajo, quien, no hace más, que demostrar, que está en nada, en el desempeño de sus funciones. Y no es por alabarlo.
A comienzos de pandemia, Roberto Borja, dirigente perteneciente a la organización sindical de los empleados públicos y trabajadores oficiales territoriales, nos invitó a un seminario virtual, originado desde Calí, con respecto, a problemas y soluciones sobrevinientes en el contrato de trabajo, por la llegada intempestiva de la enfermedad, que forzaba al confinamiento social obligatorio y preventivo. Y a la petición de empresas, para despidos colectivos. Los cuales, con vehemencia, decía el Mintrabajo, serían negados. No sabemos, si cumplió.
Aquel certamen, estuvo moderado, por otro veterano de las luchas obreras, a quien no conocemos y de quien, sabíamos, por primera vez en la vida. Al hacer mención del señor Ministro del Trabajo, Doctor Ángel Custodio Ortega Cabrera, el líder obrero, lo destacó inseguro y como funcionario sin dominio del tema laboral. Percepción y opinión, que, en ese momento, compartimos plenamente.
Como dejamos de ser televidentes del show de las seis de la tarde, de Duque y sus Muchachos, o Recochans Boys, del recordado Jimy Salcedo, no habíamos vuelto a ver ni a oír, al Mintrabajo, hablando de legislación laboral. Ayer, emisión de Caracol de medio día, Angel, como su nombre, reluciente de bondad, de inocencia y de espiritualidad, salió, como fiel Custodio de intereses capitalistas, a lucirse, argumentando, con seguridad y firmeza admirables, que el salario mínimo, si traspasó la barrera del millón de pesos ($1.00.000).
Captamos, mediante impresión visual, que, dicho servidor público, en los largos meses de experiencia escénica, histriónicamente, progresó endiabladamente. Cuántas personalidad y entereza, para emitir su planteamiento de defensa, en la concreción de aquella suma de dinero, como ingreso real del trabajador, como le escuchamos expresarse. Sin embargo, su dialéctica, no convence. Es incorrecta. No lleva, si no, al absurdo. Lamentablemente, para la esencia política del Gobierno. Y para la suerte del atropellado asalariado del mínimo.
Nosotros, lo dijimos ayer. El auxilio de transporte, no forma parte de la remuneración del trabajo. Financia el gasto de movilización del dependiente, de su casa, al sitio de labores. E hicimos, una cita jurisprudencial, para sustentar nuestra afirmación periodística. Angel Custodio, Mintrabajo, en Caracol TV., expresó, que sí, se pasó la frontera del millón de pesos, porque el auxilio de transporte, al usarse para liquidaciones prestacionales, como la cesantía, se convierte en un ingreso real, para el trabajador, de más de un millón de pesos.
Pues no, Angel Custodio. Ese gesto generoso de más del millón de pesos, del Gobierno y de los empresarios, que celestialmente tratas de dogmatizar, en la conciencia económica del colombiano, es artificial. No es material. Y te lo demostraremos: Como cesantía, el trabajador recibe un mes de salario, por año de servicios. Más, un mes de auxilio de transporte, como si le hubiese sido pagado como salario.
Como es por año, tienes que dividir el monto de un salario, más, el de un mes de auxilio de transporte, entre 12, para obtener así, la equivalencia mensual de cada uno de esos totales. En enero del 2.022, que liquiden cesantía al trabajador de salario mínimo, correspondiente al año 2.021, el empleador fraccionará $106.454, entre 12 y tendrá el resultado de $8.871. Sumados a $908.526, no roza, siquiera, el millón. Quedará el guarismo, en: $916.397. Nada, Angel Custodio, por muy estilizados que sean tu nombre y figura, no se alcanza a remontar el millón de pesos. Menos Duque, acuerdate, que está algo repuestico.
Hombre Ministro, definitivamente, el incremento porcentual del salario mínimo, no alcanzará, para una gaseosa, donde Edwin y Emilse, los cachacos de la tienda de la esquina, en nuestro sector de Barranquilla.
Joaquín Romero Calle.